El escondite

La reserva de caza Chico Mendes es un oasis, una casa para el escondite más cruel. Es una reserva de fauna en Ciudad Real rodeada por multitud de cotos privados de caza. Allí trabajan un nutrido y multidisciplinal grupo de investigadores que cubren campos muy variopintos: el inventariado de la flora, entomofauna y población de micromamíferos y anillamiento científico de las aves de la finca. Un proyecto nada exento de ambición y de ganas de avanzar en manos de integrantes y allegados del Grupo Ornitológico de Alcazar, que acaba de cumplir los 25 años de actividad.

En conmemoración de el cumple, el ya nombrado José Luis Hernández nos invitó a Jorge (eh, mira, apareces en mi blog, jeje!) y a mí a pasar el fin de semana del 14 al 16 de marzo en una casita que les habían cedido en la finca. Aunque estuvo a punto de quedarse en Madrid, al fin Jorge se unió a una de estas escapadas mías y esa fue la primera gran ilusión. Después la unión de Salima, que junto con el reencuentro con nuestro querido y loco Boss, aseguraba un fin de semana cuando menos, muy divertido. El colofón fue llegar y ver el sitio donde ibamos a pasar los escasos tres días, simplemente impresionante. Ni un cable de electricidad contaminaba la belleza del paisaje mediterráneo más puro.

Aunque estábamos más de niños mimados que de voluntarios ambientales, nos unimos al grupo de anillamiento, que estaba encabezado por dos anilladores guasones y muy didácticos, que, junto con los muchos participantes del fin de semana, amenizaban las noches a golpe de canción popular, guitarra, clave y vino de Valdepeñas... pa´ empezar.

Como decía un buen amigo, hay noches que merecen un bis.

Y varios días después... la foto prometida: