miércoles, 15 de septiembre de 2010

Complementariedad bloguera

Hace unos días, Antón hacía una curiosa reflexión en su blog y de paso, planteaba un pequeño reto. ¿Por qué se se acusa a alguien de madrileño cuando deja la puerta abierta tras de si?

Nota: (para los "poco despiertos"): Cierra la puerta, ¿o es que eres de Madrid?


Pues como no es que esté muy ocupada últimamente, me he molestado en urgar un poco en la Red y he encontrado que la expresión hace referencia a la madrileña Puerta de Alcalá que, evidentemente y de forma contradictoria a su nombre, ni es ni tiene puertas. Además, he encontrado otras expresiones bien curiosas en otros países con el mismo aire de reprimenda sarcástica:

Costa Rica: ¿acaso tienes rabo? (por si se lo pilla con la puerta)
Grecia: ¿naciste en un barco?

martes, 14 de septiembre de 2010

Patatada

Los primeros científicos pensaron que los espermatoides eran parásitos de las hembras, porque, a ver, estando ahí el espíritu santo, ¿para qué queremos más?

Esta no es más que una de las muchas perlas de los profesores de todas las universidades de España recogidas en un tesoro virtual recién descubierto por mí: http://www.patatabrava.com/

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Praga, sin euros

Y no es porque nos hubiésemos quedado pobres del todo... ya, si no porque la capital checa fue la única ciudad de nuestro viaje donde tuvimos que cambiar de moneda. ¡Bendito euro! Precisamente el tener que hacerlo nos reveló cuan cómodo es viajar sin cambiar de moneda, sin hacer malabares para obtener el mejor cambio posible y sentirte menos estafado. Además, todo en coronas parecía mucho más caro. En fin, también sobrevivimos a esto, con más o menos suerte.

Praga es bonita, hermosa, diría, pero el hecho de tener tan altas expectativas por la fama de un lugar del que te han hablado hace que, al llegar allí, todo sea un poco menos de lo que te esperabas. Eso me ocurrió en Praga. Pero vaya, visita muy merecida y con ganas de repetir.

Allí nos unimos a uno de los muchos free tours que se ofrecían y pudimos conocer un poquito más de la historia de la ciudad de mano de un entusiasta guía americano que desafió en gran medida mi verde listening. Menos mal que Jorge, que donde flojea es en el speaking, me hacía de traductor simultaneo.

Durante el recorrido visitamos el barrio judío, donde se mantienen en perfecto estado sinagogas, museos, estatuas y edificios judíos. Y no fue por falta de presencia de los nazis en la ciudad, ni mucho menos. Entonces, ¿como es que se mantiene todo este patrimonio? Pues bien fácil: los nazis decidieron no destruir esta parte de Praga para poder conservarla como museo de una raza extinta. Curiosidades de la humanidad...
Parejita junto al río Moldava

Y la mayor de las sorpresas imaginables nos la llevamos también en Praga cuando, paseando por una de sus calles el segundo día de nuestra estancia allí, nos encontramos con Samu y Sofía, amigos de Madrid, que viajaban a su vez con dos amigos suyos. ¡La cara que se nos quedó a todos era de pélícula! Igual que nosotros, venían de Berlín y después de Praga, irían a Viena, así que pudimos disfrutar de unos días muy agradables y divertidos con ellos.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Berlín, a lo grande

En Berlín estuvimos cuatro noches alojados, por cierto, en uno de los hostels más raros de nuestro recorrido. Daba la impresión de que con un bajo donde aquí se pondría, como mucho, una tienda de movistar, y el piso abandonado de mi abuela, por ejemplo, me saco un hostel de la manga. Pero bueno, lo superamos y al final no se estaba tan mal. Cuatro noches, como digo, aunque se necesitan bastantes más para disfrutar de todo lo visitable en esta ciudad. ¡Es enorme! No solo la urbe en si, si no que todo en ella está hecho a lo grande, incluídos sus habitantes. Fuimos a un gran campo de concentración, visitamos tres museos en los que pudimos ver un ejemplar estupendo de Archaeopteryx, la puerta del mercado de Mileto y a la mismísima Nefertiti y un famosísimo y gigantísimo parque encantadoramente descuidado donde pudimos disfrutar del espectáculo espontaneo de un azor y un ratonero cazando delante de nuestras narices. Todo ello impresionante. Y para los que no me creen, os va en números:


Campo de concentración de Sachsenhausen: 388 hectáreas.
Museo de Historia Natural: 6600 metros cuadrados y 30 millones de ejemplares.
Parque Tiergarten: 210 hectáreas (el Retiro, que ya grande de coj****, tiene 118).

Y por petición "popular", una foto de Jorge en la puerta de Brandenburgo.