domingo, 25 de enero de 2009

La Mancha Húmeda

No, no se trata de un lamparón de cerveza. La Macha Húmeda es un conjunto de lagunas que aparecen en medio del secarral y dan vida ornitológica a la otra Castilla, la nueva, la que no es la mía. Allí he pasado este fin de semana, como participante de la fase práctica de un curso de identificación de aves acuáticas organizado por SEO después de decidirlo en otro curso, esta vez uno de los formativos a los que estamos asistiendo los educadores de la ONG. Ya a viernes, tenía que buscar un plan a toda prisa, en vista de que los dos siguientes días se presentaban bastante inactivos y sosos. Y de un plumazo me salió curro para el sábado de mañana y plan de ocio para el resto.

El sábado por la mañana trabajé en la I Jornadas sobre Desarrollo Rural y Red Natura 2000, una especie de puesta en común entre algunos de los grupos implicados en la ZEPA 142: "Cortados y cantiles de los Ríos Manzanares y Jarama". ¿Qué tal? Pues laboralmente, me sentí un poco inútil, dado lo escaso de la afluencia y el pequeño rango de deberes por mi parte. Así que me dediqué a asistir a las charlas. Personalmente, me pareció que allí cada gremio (cazadores, políticos, ecologista-conservacionistas) hablan su propio idioma, diferente y divergente del del resto y dificilmente se encuentran puntos de absoluto acuerdo. Bueno, además, en el caso de los cazadores, un idioma bien parco en vocabulario... en fin... Aún así, creo que es importante hacer este tipo de cosas por mucho que a priori parezca no desprenderse nada de estas jornadas.

Al salir de Rivas, donde tuvo lugar la mencionada actividad, todo fueron prisas. Coger el cercanías, comer, ducha, maleta otra vez cercanías, Chamartín - Alcázar de San Juan. Cuando llegué ya era de noche y lo único que hice fue conocer al resto del grupo, cenar en un curioso mesón llamado La Jorja y dormir. Poco. Y el domingo, pajareo de 9 a 19, bajo unas condiciones de frío, viento y lluvia que harían rajarse a más de uno. A pesar de ello y de que me volví a casa sin especies nuevas para la lista, la jornada fue muy agradable por la cantidad de bichos vistos y por no sentirme la más "tonta", pudiendo además asesorar las dudas de alguno de los participantes, gente implicada e interesada, que contribuyeron también a lo bueno del día.

Leandro, compañero de SEO, profesor del curso y responsable de la actividad.

Los molinos de Miguel Esteban

Posando con Álvaro, el coorganizador no oficial de la actividad.

jueves, 22 de enero de 2009

Adiós Omega



Hoy ha sido el último día (al menos oficialmente) de trabajo de Omega, la Científica Loca. Y ha sido más que bueno, con superpeques en un circuito en el que descubríamos el Hielo Seco, explorábamos una excavación prehistórica, utilizábamos un pulmón artificial para apagar velas y nos aprendíamos los planetas con una pegadiza canción, difícil de quitarse de la cabeza incluso 8 horas después de la actuación.

Por si fuera poco, la compañía de laboratorio para el último día ha sido inmejorable: Eléctrica, CO2, Hipercúbica y Burbujas (¿qué pensaran, en este punto, los lectores que no sepan de que va el cuento?), aunque echara en falta a otros como Arco Iris, Magnesia, Biosfera, Linfocita o Isótopo...

En fin, con mucha tristeza pero no poco alivio, adiós Omega.




domingo, 11 de enero de 2009

Tenía tanto que darte, tantas cosas que contarte...

Tenía mucho que contar en el blog, sobretodo desde que llegué a Madrid, el pasado 8 de enero, en un TRENHOTEL nocturno que casi destroza mi maltrecha espalda y mi cuello al intentar dormir en sus sillones.

Todavía en Ponferrada, los Reyes Magos (tan majos como el carbonero, o más) me trajeron pequeños electrodomésticos para casa, como si de una lista de boda se tratase. Pero bien, muy agradecida por recibir regalos útiles y necesarios, la verdad.

Ya a dos escasos días de terminar las vacaciones, cuando todo parecía que iba a terminar, para variar, como uno de los periodos familiares más tranquilos que recuerdo, algún reproche tonto y exagerado hizo que me entraran unas ganas tremendas de huir de nuevo.

Y al llegar a Madrid, que se puso blanca, histórica, preciosa y caótica en una mañana, vuelta a los quehaceres, pero de forma mucho más relajada en comparación con el primer trimestre del curso 2008/09. Este mes de enero es temporada baja en mi vida y además, en vista del comienzo del proyecto de máster (en otra entrada lo detallaré) y dados mis estreses prenavideños, he tenido que tomar la determinación de dejar los Locos (mis Científicos, os echaré de menos). Adiós a Omega... aunque espero rescatarla muy de vez en cuando.

Este fin de semana ha sido de ivernada. Jorge y yo nos hemos encerrado en Santa Eugenia y no hemos hecho más que dormir, ver pelis y cocinar cosas ricas. Bueno, alguna cosa más hemos hecho, pero tampoco voy a dar detalles... de hecho, creo que es hora de restringir el acceso de este blog... ¡jajaja!

Para despertar del letargo, esta tarde ha venido Antón a hacerme una visita y hemos dado una vuelta pajarera por un pinar cercano al cerro de Almodovar. Le tenía muchas ganas a esa pequeña senda al lado de mi casa y, aunque no es nada del otro mundo, hemos descubierto una pequeña colina, ya bautizada como The Finch Hill, donde un precioso macho de cernícalo vulgar nos sorprendió tirándose sobre un nutrido bando de fringílidos (ej: jilguero, verdecillo, verderón, pardillo, pinzón vulgar), ávido de carne y plumas frescas, mientras nosotros utilizábamos a las pequeñas presas para buscar entre ellas, un año más, los deseados pinzones reales (imagen). Ambos, halcón y ornitólogos, fracasamos en nuestros intentos. Pero tan contentos por lo entretenido del paseo y porque la buena compañía y el sacar los prismáticos siempre se agradece.


Una foto del desiderio 2009, para que sirva de amuleto, que todavía queda esperanza para este gélido invierno.