Bien, apartemos un poco la vista de lo de ayer. La verdad es que, a sabiendas del chivatazo de Crix, aunque ahora tendré que matarla, no es tan grave la situación y no tan horrible el final parcial.
Con todos los temas de Monfragüe más que rematados, resolviendo dudas que vienen con cuentagotas, hoy es un día muy ocioso y lo más productivo que puedo hacer es evitar ponerme a completar mi memoria del CAP hasta su extensión mínima reglamentaria. No se me da mal, como veis. He decidido traer cosas pendientes al blog, por ejemplo, dos videos:
El primero lo tenía comprometido con el protagonista y Jorge me lo recordó hace poco. Se trata de nuestro amigo Fer haciendo Beat box contra un cajón flamenco. Debido a la poca calidad del video y a la mucha destreza de Fer en este arte, me resulta francamente dificil distinguir cuándo actúa el hombre y cuándo la máquina. Aquí lo tenéis:
El segundo video puede ser peligroso. Te puede pasar como a mí, que estuve diez minutos sin poder parar de reir y creo que desde entonces mi cara se ha quedado más roja... bueno, por no hablar de las arrugas y todo lo que implica, buf, jeje! Aunque claro, hay excepciones, ¿verdad Antón? ¡Es el mejor bebé del mundo!
¡Espero que os gusten!
Con todos los temas de Monfragüe más que rematados, resolviendo dudas que vienen con cuentagotas, hoy es un día muy ocioso y lo más productivo que puedo hacer es evitar ponerme a completar mi memoria del CAP hasta su extensión mínima reglamentaria. No se me da mal, como veis. He decidido traer cosas pendientes al blog, por ejemplo, dos videos:
El primero lo tenía comprometido con el protagonista y Jorge me lo recordó hace poco. Se trata de nuestro amigo Fer haciendo Beat box contra un cajón flamenco. Debido a la poca calidad del video y a la mucha destreza de Fer en este arte, me resulta francamente dificil distinguir cuándo actúa el hombre y cuándo la máquina. Aquí lo tenéis:
El segundo video puede ser peligroso. Te puede pasar como a mí, que estuve diez minutos sin poder parar de reir y creo que desde entonces mi cara se ha quedado más roja... bueno, por no hablar de las arrugas y todo lo que implica, buf, jeje! Aunque claro, hay excepciones, ¿verdad Antón? ¡Es el mejor bebé del mundo!
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