Ya llovió desde que volví de Dublin. Y mucho, en la península, parece ser.
Estas semanas las he pasado okupando la casa de Jorge, haciendo viajes al IKEA (o debería decir Aiquia) y tirando euros para dejar mi nueva casita un poco mona. Y poco a poco se va consiguiendo:
El baño es lo mas moderno de la casa. Os da envidia la cabina de hidromasaje, ¿eh?
En mi defensa diré que la funda nórdica NO la elegí yo, jeje!
Lo que tiene el IKEA, que hay que montar las cosas. Pero con ayudantes así, ¿quien se queja?
Menos mal que no todo el gastar; también se puede heredar. ¿Y que mejor que unas ollas con paramecios encantadoramente horteras?
Eso si, la cocina queda encasillada. El resto, también tiene que ser hortera... pero con estilo:
Pues a falta de los armarios, que están de camino, esto esta listo para ser disfrutado, aunque no sea la panacea de la decoración. Bah, no se de que me quejo, que hasta tengo mascotas ya!
Y mi oveja depresiva, que me acompaña desde León.
3 comentarios:
Te has dejado una tabla tirada en medio del baño...
No, en serio, mola mucho :-) (hasta la cama :-D); felicidades a los dos.
como mola!!! y tu cachorro??... debajo de la cama, seguro!
besos guapa
que guay Vero!!! estaras contenta no? ya independizada!!
Por cierto, queremos inauguracion del pisito pronto!!!!!!!!!!!
un beso mas q apa...a ver si t llamo esta semana
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