
Ahora mismo estoy sentada en la terraza de mi nuevo piso ya habitable y habitado desde hace una semana, robando una red wifi a algún vecino descuidado y/o generoso, viendo como algunos abuelos pasean a sus nietos y perros, algunos jovenzuelos discuten presumiblemente de amores y al minuto dos pasan a besarse, algunos críos enérgicos descargan las pilas pateando un balón, adultos despreocupados por la crisis se toman una cerveza en la tasca de abajo, bicis, más perros, carritos, niñas pijas, pájaros y hasta algún murciélago que ya se atreve a volar ante la tregua de la luz débil del sol... todo en la plaza de Zarochi, desde mi ventana.
1 comentario:
¡Bien por el vecino! Ya se echaban de menos actualizaciones de tu blog :-)
PD. Oye, el montaje fotográfico, de profesional; no se nota nada nada...
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