miércoles, 26 de septiembre de 2007

Daimiel III: Bichos

Como planeaba hace tiempo sin llegar a cumplir la promesa, esta vez sí que he estrenado mi Cuaderno de Campo del observador de aves, gracias al cual tengo un ordenado registro de la fauna más interesante vista en los parajes de la Mancha Húmeda. En las Tablas pudimos ver varios fumareles cariblancos Chlidonias hybridus, verdaderos acróbatas que se la juegan a pocos metros sobre la lámina de agua, entre pequeños grupillos de Pato Colorado Netta rufina y el pato más decorativo porque Tadorna tadorna (Tarro Blanco). En el agua, asomando temerosos su cabecilla puntiaguada, se observaban varios ejemplares de Galápago Europeo y Leproso. Los reyes más altos del cielo son allí el Aguilucho Lagunero Circus aeruginosus y el cenizo C. pygargus, monarca sólo estival. A mitad de voluntariado nos sorprendieron un par de Cigüeñas Negras Ciconia nigra volando muy bajito al lado mismo del centro de interpretación, que fueron objeto del enfoque de Luis durante no menos de diez minutos de sesión fotográfica.

Fuera de la zona de las pasarelas, donde el agua ya ni se intuye, encontramos, entre otros bichejos, un grupo emigrante de Abejeros Pernis apivorus, Ganga Ibérica Pterocles alchata (nueva para mí) y Alcaraván Común Burhinus oedicnemus.


Las sesiones de anillamiento no sirvieron solo para aprender técnicas y ver amaneceres, si no que también me permitieron tachar cinco especies, aunque me de vergüenza reconocerlo: Colirrojo Real (una hembra, es la pena) Phoenicurus phoenicurus, Papamoscas cerrojillo Ficedula hypoleuca, Papamoscas Gris Muscicapa striata, Zarcero Hippolais polyglotta (que no me atrevo a distingurlo en campo del Carricero) y Mosquitero Musical Phylloscopus trochilus (idem con su congénere collybita).


En Cabañeros disfrutamos de un espectáculo único: la berrea de los ciervos. Como en cada visita, nos "colamos" (va entrecomillado porque era con todas las de la ley, eh!) en la zona VIP, aquella restringida al público que no paga más de 60 euros para dejarse engañar buscando la cagarruta de la Imperial. Durante un largo paseo en todoterreno por el ecosistema llamado Raña del Parque me sentí como inmersa en uno de esos documentales de safari por el Serengheti, solo que con un sonido y una imagen mucho menos exótica, que no menos interesante ;) Una experiencia para no olvidar.


Sin duda la mejor azaña fue la liberación de tres aves que habían sido rehabilitadas en el Centro de Recuperación de la Fauna El Chaparrillo, gracias al incansable trabajo de sus trabajadoras, que ya se han ganado el cielo. Soltamos un Flamenco Phoenicopterus ruber, un Buho Chico Asio otus y un Mochuelo Athene noctua y ya nos sentimos felices y realizados para todo el día. Los tres eran juveniles, cada uno con un comportamiento totalmente distinto a la hora de la suela. El flamenco fue el primero: como es una acuática que vive en grupos elegimos para la suelta la laguna de Navaseca, donde ya había instalado un generoso grupo de flamencos. Tuvimos que posarlo en una zona de agua somera y para nuestra sorpresa, al tocar tierra, se quedó paralizado, sin alejarse de nosotros, escaneándo la zona con la mirada y empezó a comer. Primera victoria. Al día siguiente pudimos comprobar que estaba perfectamente integrado con los demás, distinguiéndose de los demás pollos tan solo por su nueva joya en la pata izquierda.

El Buho Chico y el Mochuelo fueron otros dos éxitos totalmente distintos. El primero obtuvo su libertad sin pasar apenas por nuestras manos, ya que todos teníamos cierto respeto a la hora de meter la mano en la caja del bicho ese que no para de moverse. Así que simplemente inclinamos la caja y pudimos disfrutar durante escasas décimas de segundo de su vuelo magestuoso y completamente mudo. La suelta del mochuelo la hicieron Cristina y José Luis, por lo que yo no pude verla. Según nos contaron, fue un primor ver como la pequeña rapaz alzaba el vuelo después del pequeño empujón a manos de la voluntaria. Y esta es la historia de que os puedo contar de Camarón, Chapata y Colín (sin preguntas, jaja), que son los protagonistas de mis primeras liberaciones, espero que no las últimas.

1 comentario:

Antón Pérez dijo...

¡Por fin nos decidimos a empezar un cuaderno de campo :)!
Me alegra que te esfuerces en poner todos los nombres científicos; aunque no estaría de más que revisases alguno... :p
Graciñas por el libro ;)