sábado, 25 de octubre de 2008

Chotolina, Membrillo y las patas de los aviones

Este nuevo curso académico no solo ha traído reencuentros y retornos de costumbres, si no que además ha empezado estrenando prometedoras amistades. La pareja de italianos que rehusaron vivir conmigo en favor de una casita de ensueño en el Hoyo de Manzanares, Elena y Michelangelo, se han convertido en una semana en compañía casi diaria. Ella compañera de máster, pero enfocada a la gestión botánica, muy dulce, cariñosa y cercana. Él, compañero de asignatura, muy gracioso y gran aficionado a la ornitología. Muy buenos chicos y nuevas incorporaciones a la cantera de campo (o campera, jiji....) y que, aunque no sea muy importante, además aportan coche! ;D

Pues bien, ayer, mientras nos enseñaban la enorme lista de anillamientos poco comunes de Miche, además de sorprenderme al enseñarme cómo las patas de los aviones están llenas de plumón, se gestaba un plan desesperado para enseñarle avutardas a un Miche ávido de desiderios ornitológicos. Cuatro mentes pensantes y un par de llamadas solucionaron la tarde de hoy sábado, de modo que Antón, Jorge, los nuevos y la que escribe hemos pasado una agradable jornada en la ZEPA de las llanuras cerealistas de Valdetorres del Jarama. ¿Y avutardas? ¡Pues todas las que quisimos! Amén de otras especies curiosas como buitre negro, cernícalo vulgar, aguiluchos lagunero y pálido, alcaudón real, perdiz... ¡Qué ganas tenía de salir a pajarear de verdad! Y no con una fila de hormonas andantes por el monte del Pardo.

Dejo esta entrada como en stand by, ya que me gustaría mucho completarla con unas buenísimas fotos que hemos conseguido y que todavía no están en mi poder.

...

Et voilà:


1 comentario:

Antón Pérez dijo...

Mañana lo estarán, si Dios quiere... Por lo menos ya las he grabado en el pincho, a ver si no me olvido de llevarlo y de dártelo :-)
Por cierto, te regalo esta h para que la coloques donde creas que podría quedar bien......