Esta mañana, fiel a mi compromiso del día anterior, a pesar de las agujetas que deja la siembra de patatas, prismáticos al cuello y con Sirin de copiloto siempre fiel, he hecho una de las excursiones a las que más ganas le tenía. He subido al Morredero y tomándomelo con calma y parando en todos los lugares que me parecieran merecedores de exploración, he echado la mañana por los montes Aquilianos. Y se ha dado bien la cosa. Una temperatura ideal, una compañía que no se queja de nada y muchos bichos en tierra y aire. El momento más intenso, cuando, a punto de alcanzar la cima de una pequeña loma, unos trotes intensos al otro lado nos hacen apurar el paso para que la vista nos alcance a ver huir a una hermosa cierva monte a través.
Para terminar, os ilustro el día, con la rubia como modelo.
1 comentario:
Bonitas fotos con la simpática protagonista de siempre. Sí, fue una pena. Me lo pasé muy bien, mejor guía no podía tner. Supongo que volveré, sí. ;D. Saludos
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