lunes, 16 de junio de 2008

No me gustan los padres

Como la excusa mala de Danny Suko en Grease. Pero es cierto. Los niños pueden ser unos cabr...itos en potencia, te pueden desesperar, enfadar, vacilar... pero al fin y al cabo, tú mandas. Siempre puedes expulsar, jeje!

Ayer tuve excursión con un colegio para visitar la zona de Rascafría, en la Sierra Norte de Madrid. La idea era hacer una ruta por la ribera del Lozoya, con niños y sus padres, hasta la hora de la comida, que sería en una explanada, al aire libre. Después de comer y tras un ratito de reposo, haríamos juegos en el campo, en los que, además de los niños protagonistas, podrían participar los padres. El total de la excursión se extendería hasta las 6 de la tarde, cuando cogeríamos el autobús de vuelta a Madrid.

Bueno, el grueso de la actividad fue según lo planeado, pero la organización, atención y participación de los padres dejó mucho que desear y a mí personalmente, que soy novata en este tipo de público, me entristeció la falta de sentimiento de grupo, de cooperación y de infantilidad de los adultos, demasiado adulterados para mi gusto, preocupados por su insustituible café de después de comer o con cara de seta cuando había que esperar a los que se quedaban admirando un nido de cigüeña.

Definitivamente, de mayor, no quiero ser adulto.

1 comentario:

Antón Pérez dijo...

En cualquier caso, no te preocupes: Los padres no existen