Aunque sea algo raro, el haber visto la primera cigüeña de la temporada, sobre la torre de la ermita, como cada año, el único lugar que parecen respetarles por aquí, y el haber salido de juerga con mis primos seisañeros me han hecho apreciar un poquito el lugar donde vivo. Aunque siempre hablo de Ponferrada, León o Madrid, en realidad mi domicilio materno se sitúa en un pueblo de discutible encanto a unos dos kilómetros de la capital del Bierzo. El nombre hace justicia a su belleza, Columbrianos. Se trata de un municipio pobre y avejentado, que parece sobrevivir de forma milagrosa al urbanismo masivo circundante, lo que también me permite disfrutar de algunos privilegios ornitológicos en época de calor, como las golondrinas y aviones anidando en casa de mis vecinos (la mía les parece demasiado bajita, supongo) y burlándose de coches, gatos y personas mediante sus vuelos acrobáticos.
A continuación os presento la construcción (o modificación) humana más bonita que podeis encontrar en columbrianos, en medio de una gris y esteril... podríamos llamarlo plaza.
2 comentarios:
Sin palabras... 8-O
Q majetes Miranda y Dani...de ahi puede salir algo mas q una amistad eh Vero? ajja espera una decada ya veras jiji..
Colum tiene su encanto si señor...como Compos ejje aunque hay que decir q este ultimo ya esta siendo demasiado invadido con tanto caseron y filas de adosados...
Un besito pa ti, pero de lejos pa no pegarte mis virus!
Cris!
Publicar un comentario