Me cuesta sentarme y escribir en el blog, porque es un paso más para aceptar que ya estoy aquí, de vuelta, en los lujos occidentales y la vida fácil y cómoda, y no allí, malcomiendo, madrugando, adelgazando... y recibiendo niños con sonrisas infinitas, aprendiendo camboyano a punta de carcajada, visitando habitaciones-zulo que hablan de vidas heroicas, conociendo historias con finales milagrosos de protagonistas anónimos, de logros silenciados, cantando, riendo, aupando niños por encima de su realidad, maquillada por un agosto de ensueño.
En fin, que ya estoy de vuelta en España, como todos sabéis. Y como por algo hay que (re)comenzar os dejo con un trocito de mi Camboya:
Con Tdawi y Pallin, dos de mis más queridos kmei kmei
Fotografía de: Juan Carlos Alonso
2 comentarios:
Bienvenida, que aquí también te necesitamos :-)
¿Las fotos de los kmei-kmei no están prohibidas en el blog? :-p
Gracias!
Las prohibición de las fotos responde a criterios legales (no moreales, lo siento) y los niños de Camboya (hasta lo que yo sé) están más desamparados en el peligroso tema de la protección de datos de caracter personal ;)
Gracias por comentar, un beso!
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