martes, 5 de octubre de 2010

Austria: Viena e Innsbruck

Retomo la crónica del viaje, aunque ya queda taaaan lejano! Perdonadme por no ser constante.

En Viena nos reencontramos con los amigos madrileños y pasamos los dos primeros días totalmente guiados por Luis, que llevaba el viaje preparado al dedillo... y nosotros, sujetos pasivos y encantados, simplemente tuvimos que dejarnos llevar y disfrutar de una de las ciudades más cuidadas que he visto. Edificios blancos, iluminados, preciosos, calles limpias, de nuevo llenas de turistas y con aire tranquilo y seguro. Y calor, con tormenta diaria, eso sí, pero de nuevo un tiempo agradablemente veraniego.

Innsbruck, todo lo contrario: una ciudad bastante fea, dejando al margen las cuatro calles que configuran un casco antigua bastante mono, muy fría y húmeda, con borrachos a puñados mendigando por las calles... en general, Innsbruck es feo y no merecería un instante de ningún viaje si no fuera, amigos míos, por las paredes naturales que la encierran. Un impresionante valle glacial en el que pasamos tres de los mejores días de nuestro InterRail, ¡EN EL CAMPO POR FIN! Mucho camino y pocos bichos, aunque sí cayó el cascanueces Nucifraga caryocatactes, pero no importó, porque la belleza del paisaje era impresionante por si sola y no necesitamos bimbos para llegar a "casa" cansados, satisfechos y contentos.


Jorge, Viena y el Danubio


Comienzo de ruta, Innsbruck abajo, los Alpes al fondo... ¡y todo alrededor!

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