Todavía sigo en Ponferrada, pero queda poco menos de 24 horas para que emprenda de nuevo camino hacia Madrid, una vez más. Estas largas vacaciones "especiales" han resultado extrañamente agradables y casi que hasta me apetecería prolongarlas, aunque creo que ese sentimiento no es por la falta de ganas de volver a Madrid, no, si no por todo lo que toca enfrentar: ver como Miranda se va una vez más, asumir por terminado el verano y un nuevo ciclo de búsqueda, dudas, inseguridades y decepciones laborales. Aunque esta realidad también ha estado presente durante esta época estival, parecía como camuflada, bien tapadita por las jornadas de piscina y las noches de pinchos en la zona vieja. A veces asomaba la cabeza para saludar, pero ya me encargaba yo de volver a esconder su cabecita con alguna actividad infantil o con una escapada por los Ancares. Pero con el fin del calor no valen más pamplinas, hay que enfrentarse cara a cara a ella y tomar una resolución, a menos temporal, pero ¿en algún momento tendrá que ser definitiva?
2 comentarios:
¡Bieeeen!, por fin una foto de perfil bonita :-p Nos vemos en breve, espero ;-)
Dale duro pequeña!!!!! Es mal de muchos pero no hay que consolarse. 1 besoteee
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