martes, 2 de febrero de 2010

Mi proceso de quijotización


Ya lo intenté una vez, hace cosa de tres años, pero la lenta velocidad de avance junto con las frases interminables y las palabras incomprensibles que me hacían desplazar la vista al margen cada 30 segundos para su esclarecimiento hicieron que desistiera demasiado pronto de su lectura. En este segundo intento, tras el periodo de adaptación a lo anteriormente descrito, una vez pasados no más de cinco capítulos, ya no pude dejar a un lado a Don Quijote de la Mancha.


Apuesto a que su merecida fama alrededor del mundo no se vería reflejada en las estadísticas de su lectura en su país de origen, pero desde aquí recomiendo encarecidamente la lectura de esta joya literaria tan nuestra, que está llena de puntos de humor e ironía. Más que recomendable es también el leerlo mediante alguna edición didáctica (tipo Anaya), ya que traducen los arcaísmos y palabras menos habituales a la vez que integran comentarios que, aunque a veces son bastante fastidiosos e incluso con caracter de spoiler, otras resultan muy útiles y ayudan a ubicarse en la época y su contexto.


Lo dicho, un poco de imaginación y a quijotizarse.

5 comentarios:

Antón Pérez dijo...

Cuidado, cuidado con los spoilers cuando salgas de Sierra Morena y vuelvas a la venta; porque no los recordaba yo tan descarados y estoy que warbling...
Creo que esta tarde acabo la primera parte :-) ¡Un beso!

Javi Pato dijo...

Uf, la verdad es que insistis bastante con ésto. VOy a tener que comprarme esa edición de Anaya a ver si lo consigo pues. ;D

Anónimo dijo...

Felicitaciones. En el quijote encontrarás una "mina de pasatiempo". Juan.

Vero dijo...

Gracias por vuestros comentarios. Veo que, aunque la frecuencia de actualización de mi blog es ínfima, sigo teniendo gente pendiente de él, se agradece mucho. Y bienvenido, Juan, que creo que es la primera vez que te veo por aquí.

Javi, harías muy bien en comprarte o pedirnos la edición de Anaya, de verdad.

Besos!

Imogen dijo...

This is fantastic!